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Libres

 

Libres (Imagen tomada de la web)

Libres

 

Almas, sean libres, como nunca lo han sido. Pero, al adquirir tal libertad, deberán enfrentarse a un abismo. El abismo oscuro y silencioso de la Nada.

Cuando puedas liberarte de los condicionamientos impuestos por el ser físico, aún quedarás tú. Atado, quizás, a los lazos del alma y a las ataduras de la mente. Y entonces, necesitarás ser libre de ti mismo. Solo así, quedará la Nada. La Nada que no te ata ni te absorbe, que solo te sostiene. Y entonces, serás libre. Libre de ti, libre del ego, libre del apego, libre de lo sustancial.

Pero para lograr esa libertad, deberás atravesar el largo sendero del miedo, lúgubre y aberrante, con los temores más antiguos apostados en sus márgenes, como arboles que marcan la senda, dolorosa y profunda, de tus miedos más arcaicos.

Deberás cruzar el más profundo y violento de todos los océanos, el océano de tus emociones. Y te sentirás ahogado y sin respiros, apabullado por las oleadas emocionales que llegarán destrozándolo todo, como una tormenta rugiente y perfecta, fuerte y poderosa, pero que solo dejará a su paso un gran desequilibrio emocional, del cual solo te queda naufragar, hasta llegar a una orilla y descansar. Y luego tendrás que soportar el peso de tus frustraciones, como montañas cayendoa sobre ti. Intentarás escalar a las alturas de tus miedos frustrantes, aislándote de todo, sintiendo el dolor del desmoronamiento que produce perderlo todo.

Aparecerán las expectativas, aquellas sombras que se disfrazan de oportunidades, tratando de parecer amables. La expectativa de aquello que te impide ser libre.

Puedes sentirte solo en medio de tanto caos y tanto cansancio. Solo, en ese océano de incertidumbre. Solo y desamparado, herido, sin fuerzas, sin guía. Pero ese sentimiento de soledad, puede ser un síntoma de esa libertad por la que tanto has trabajado.

Y te sentirás solo, hasta que logres reconocer que tú eres todo. Que todos son tú. Que tú eres el otro. Y que no importa si eres libre o si eres prisionero de tus pensamientos y límites mentales, lo que importa es que entiendas quien eres. Que nunca has estado solo, que siempre has estado contigo.

Recuerda, eres el recordador. Permítete disfrutar de esa fuente maravillosa que te ofrece el agua viva de la sabiduría.
Quizás no logres sentirte parte de un TODO y, al percibirte solo, te llenes de espinas para intentar protegerte, para proteger tus sentimientos. Pero, es que si te sientes solo, es porque no te has liberado aún. Debes salirte del formato establecido para liberarte de las cadenas opresoras del miedo. Buscar y encontrar el proceso que te sane. En la profundidad de tu ser, sabes que simplemente es un estado temporal, que tu alma necesita de esos instantes para rearmarse, recordar y volver a la batalla.

Recuerda, que hasta el universo se dividió y se despedazó en muchas partes para no estar solo.

Elije ser, elije estar. Si ya no hay cadenas que te aten a la soledad, podrás despedazarte y multiplicarte. Si quieres sentir la verdadera libertad es necesario reconocerla y alcanzarla más allá de la supervivencia de ese estado individual en el que te encuentras.

Ama la soledad y estarás en libertad continua y constante. Y podrás llegar al centro mismo del universo. Ser uno con la fuente. Dejar la separación. Ser lo sutil, ser la Nada, ser el TODO.

Conecta el alma con tu maravillosa esencia.
Permite que tu ser se multiplique sin agotarse.
Fluye, readaptándote a los constantes cambios. Esos cambios que te llevarán a tu personal, única e intransferible libertad de ser.

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Libres Pertenece a la obra El Viaje de un Alma Azul

Juan José Gálvez

FILOSOFÍA EXISTENCIAL

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Poesía

Alma Gemela

Alma gemela
Alma Gemela (imagen tomada de la web)

Puedo desde aquí observar otros mundos, otros territorios donde poder dejar mi huella. Pero primero debo saber dónde está mi otra parte. Cuando era solo un punto luminoso en el principio de todo, me dividí. Alcancé la dualidad sin entender, sin darme cuenta. No fui uno, fui dos. Y mi otra parte se perdió en la nada sin dejar rastros. Quizás también dividiéndose y multiplicándose al igual que yo. Fuimos un Todo. Y ahora siento la imperiosa necesidad de encontrarla.

 

Es necesario completarme para darle sentido a la existencia. Cuando logre mi completitud, seguiré creando espacios y tiempos. La dualidad será un Todo. Dos almas semejantes, con el mismo sentir, con similares emociones. Quizás con el mismo propósito.

 

Esa otra parte mía, ya no me pertenece, pero lleva algo mío, en perfecta armonía con mi ser. Quizás, ese vacío que siempre necesito llenar, esa necesidad de encontrar algo, sea por la falta de esa otra parte. La nostalgia de unión, la necesidad de esa fuerza creadora que solo existió en ese instante en que estaba completo.

 

Sé que en algún punto del infinito universo se encuentra ese otro ser que me completa. Somos dos seres que fueron uno, y debemos lograr reunirnos. Vibrando en esa frecuencia que fue desde el inicio. Anhelando mutuamente esa presencia. Trascendiendo la materia y la distancia. Sin ego, sin individualidad. Consciente de llevar a cabo la misión que nos fue encomendada. Completando los sentidos y los pensamientos. Nuestras experiencias separadas serán las que nos preparen para el encuentro. Nos reconoceremos por el sonido de nuestro latir.

 

Intentaré localizarte. A veces de formas absurdas.
Adentrándome quizás, donde no pueda luego salir.

 

Te agradeceré cuando te encuentre.
Te agradeceré que seas mi otra parte.
Te amaré rallando la impertinencia, mientras la eternidad siga siendo mi tiempo.

 

Podré recuperar tu ser de la batalla ante el infinito.
A lo largo del tiempo, podré vencer tu ego y exponer tu alma, que también es la mía. Son juntas, la unidad de la existencia.

 

Podré sofocar tu angustia.
Me adentraré en tu razón hasta sorprenderte.
No permitiré que permanezcas a oscuras, sintiendo el vacío.
Estaré allí, donde estés. Sintiendo tu verdadera esencia.

 

Te ayudaré a no huir más, ya no más.
Seré tu tiempo de paz, el latir de tu existir.
Te entregaré lo que soy para hacerte partícipe de esta lección.
Te haré consciente de tu luz.
Serás tú, desde mí. Para que seas lo que eres y no otra cosa.

 

Y obtendrás la sabiduría sin límites, sin razones, porque lo que hay en ti, es amor.
Y entenderás al fin, que mi existencia fue solo para encontrarte y conocerte, sintiendo a la conciencia que soy en ti.

 

Podré abrazarte, desde la magnitud de servirte y cumplir nuestro propósito de Unidad.
Seremos en la eternidad, solo eso… amor.

 

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Juan J. Gálvez

Alma Gemela pertenece a la obra El Viaje de un Alma Azul

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Poesía

Puedes Oírla?

Puedes Oírla ( imagen tomada de la web)

¿Puedes Oírla?

Un ruido que ensordece, o un sonido inaudible, puede a veces sorprender al alma. Un grito, un aullido, un verbo compartido entre razas, puede llegar a ser la llave maestra que abra las cerraduras ancestrales.

 

No importa si el sonido proviene de algún minúsculo sitio oculto o si llega arrasando desde el incierto mar oscuro donde hoy me hayo. Siempre habrá un sonido especulando por salir, como una llamada en el vacío, con vivencias sutiles y frágiles que se diluyen en suspiros y gemidos.

No escucharás el sonar incesante de esa música resquebrajada dentro de ti, a menos que indagues en las profundidades del alma, en aquellos instantes en que todo era sonido y silencio.

 

Místicas musas pronunciaban cantares adornados de amor y sentidos. Murmullos incandescentes que salían a la superficie silenciosa del cosmos, como ramilletes encendidos de calma y tumulto.

 

Ambigüedades y dualidades que no pueden ser interpretadas si no hay música. Música que no puede ser entonada si no hay voces que amalgamen las notas y entretejan el poema, agónico y desolado entre tanto silencio infinito.

 

Poema que habla de la mística dulzura de un sonido sin tiempo, sin razones para tener existencia. Monstruos que encantan a las almas con su dulce melodía, vagan por el éter sin dejarse ver, pero dando al aire sus voces claras, resonando en el sentir de los seres que los oyen.

 

Las melodías llegan al alma, se entrecruzan con los sentidos, erizado las memorias sonoras que aún existen. Dejan rastros audibles y resonantes en las gargantas que se apresuran a gritar, como cantos de colores, como notas extasiadas.

 

Las melodías aceleran los ritmos, circulan como fuego en las arterias de las vibraciones, modulan sus voces para ser reconocidas. Oyes el sonido de los tambores cósmicos, haciendo el llamado que el espíritu proclama!

 

¿Oyes la música?
¿Puedes oírla?
Son las almas cantado y contando sus historias. Son las voces del sonido que en el principio fue silencio y hoy comunica su clamor al universo. Es la melodía de las historias vivas que antes fueron mudas y hoy hablan el idioma del amor, de la compasión, del resurgir.
Oye la música, baila con ella, y entona su melodía, siendo arte y sentimiento encadenado a las conquistas ancestrales que resuenan nuevamente en tus latidos.
Oye la música y entona la melodía.

 

Ź⁴ 👁️

Juan J. Gálvez

Fragmento perteneciente a la obra EL VIAJE DE UN ALMA AZUL

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Frases

El Olvido

 

”Cuando el alma ha entrado en la secuencia del olvido,
la llave de esa puerta que lleva más allá de esta aparente fragilidad que asume una supuesta fugacidad en la apariencia de lo que es, intenta ser ese incompleto pasadizo oculto por las apariencias mismas.”

 

 

_Ź⁴

 

 

Juan J. Gálvez

 

 

 


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