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Te Enviaré Todo

 

Te Enviaré Todo (imagen tomada de la web)

 

Te lo Enviaré Todo

Dime qué necesitas para ser feliz y te lo enviaré.

 

Te lo enviaré a través de esta distancia que nos separa, y a través del espacio que nos une.
Te enviaré el gran sol para que decretes tu propio amanecer y te bañes en luz cuando te plazca.

 

Pero también te enviaré una luna, porque en tus oscuras noches no estará el sol y necesitarás su luz plateada discurriendo por los rincones de tus sombras.

 

Te enviaré un sendero, para que recorras las estaciones de tu existencia, buscando la morada para que descanse el alma y se alimente el espíritu.

 

Pero también te enviaré un mapa, para cuando ya no veas el camino, porque las sombras de tu mente lo escondieron de tus ojos, y puedas perder el rumbo y, así, nunca encontrarte.

 

Te enviaré un fuego que arda en tu invierno, que derrita el hielo de aquel corazón que se ha marchitado por la pena de solo existir.

 

Pero también te enviaré un gélido viento, que apacigüe tus pasiones, que congele tus sinsabores, y cubra de escarcha tu historia triste.

 

Te enviaré la magia que existe en los sonidos, hasta que puedas oír tu música, hasta que puedas pronunciar, con tu propia voz, el canto de tus antepasados y, que puedas, al ritmo de esas notas, hacer tu danza sagrada, la danza de tu espíritu.

 

Pero también te enviaré silencio, para que te oigas, para que te escuches, para que logres comunicarte con tu propio sonido, con la voz de tu alma, que canta melodías llenas de amor, para sanar tus heridas y tus dolores.

 

Te enviaré todos los colores del fractal cósmico, con todas sus tonalidades, para que despierten tu cromática original, y puedas manifestarte con tu verdadera forma.

 

Pero también te enviaré un punto oscuro, sin colores, sin luz, para que puedas crear desde allí, la armonía que se opone al caos, y puedas construir en la total destrucción, y puedas modificar los inmodificable.

 

Te enviaré un río, que te ofrezca su cauce y sus turbulencias, para arrastrar las memorias lejanas hasta las orillas de tu presente, y puedas recordar quién eres y de dónde vienes.

 

Pero también te enviaré un puente. Un puente que una la tierra con el cielo, y puedas cruzarlo cuantas veces quieras para abrazar a las almas y a los seres que han quedado al otro lado de todo y, así, no te sientas en soledad.

 

Te enviaré lo que me pidas.

Te enviaré trozos del universo.

Te enviaré la conciencia del cosmos para que te asista y te sostenga.

Te enviaré a todos tus ancestros y a todos tus hermanos.

Te enviaré lo poco y lo mucho que puedo darte.
Solo debes estar ahí para recibirlo.

_Ź⁴👁️

Es una carta de amor de un ser de luz a un Alma perdida en el planeta tierra ☝️😭.

Esta poesía pertenece a la segunda parte del libro ” El viaje de un Alma Azul” titulada “La Ecuación no Pensada

FILOSOFÍA EXISTENCIAL

 

 

 

Juan J. Gálvez

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El Tiempo y la Muerte

El Tiempo y la Muerte (imagen tomada de la web)

El Tiempo y la Muerte

La mente imagina, imagina el tiempo, imagina la muerte, la muerte del tiempo, el tiempo de la muerte.

 

La mente imagina. Y, desde esa imaginación, altera la comprensión y, desde esa comprensión, trata de vivir, en el tiempo y fuera de él.

 

La imaginación es ese vehículo que conecta todo, desde el espacio consciente, pudiendo crear tantas realidades como pulsaciones en la red de existencia.

 

La muerte se trasciende y se sufre, en el vacío y en la totalidad, en la consciencia o en la Nada, a veces siendo solo una expansión del tiempo de existencia.

 

En el tiempo todo cobra sentido, es un círculo que se cierra, para abrirse, para luego cerrar ese circuito infinito que prevalece entre la vida y la muerte.

 

Y vuelve la mente a imaginar, ese ciclo que no termina con el tiempo, ni comienza con el tiempo, sino que se convierte, como el agua cambia y se convierte en vapor, en nieve, en hielo, pero sigue siendo el agua, consciente, imaginando, creando su realidad.

 

Y la mente imagina, y la mente crea y cree, y es más fácil transitar el camino del tiempo cuando puedes convertirte en vida y en muerte, y seguir siendo siempre la huella en el camino, y no el camino mismo.

 

Vivir es entender que la siembra debe realizarse en el límite que el tiempo impone, expandiendo la consciencia, creando el instante, superponiendo y co-creando las existencias que se acumulan en un espacio concreto.

 

Morir, es aceptar que no hay tiempo. Que el conocimiento adquirido por miles de tiempos y en miles de espacios germina como una semilla en el aquí y ahora, sin medir la vida, solo realizando el vacío.

 

Encontrar el punto en el proceso, el punto en que la mente crea la mente, y la vida crea la vida, y la muerte crea la muerte, y el tiempo crea al tiempo.

 

Es la memoria más difícil de borrar, la memoria del comienzo, cuando nada era, cuando todo era, y no había tiempo ni muerte.

 

Todo te será revelado cuando estés en el grado evolutivo adecuado para comprenderlo. En el ahora, sin tiempo, solo espera, sin perturbarte y sin esperar, ni a la vida ni a la muerte.

_Ź⁴ 👁️

El Tiempo y la Muerte_ perteneciente a la obra Ecuación no Pensada

 

FILOSOFÍA EXISTENCIAL

Juan J. Gálvez

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Odresa

odresa, la sacerdotiza de Niretsei
Odresa, la sacerdotiza de Niretsei

Odresa, la sacerdotisa de Niretsei

Pude haber hablado de ella en algún momento, pero no tuve la suficiente valentía como para nombrarla sin que mis pensamientos se paralizaran ante su recuerdo. Pero necesito recordar ese pasado azul en ese exilio casi mortal del que pude escapar por un instante.

 

Mi contacto con ella fue fugaz, pero tan impactante como su presencia y su existencia. Azul, muy azul, casi perfecta, ondulante en su trayectoria hacia la luz. Envuelta en una mística e indescriptible calma.

 

Su nombre era Odresa, la sacerdotisa de Niretsei, la estrella más lejana de todo el universo, alejada de cualquier punto tan distante, casi perdida.

 

Odresa, una maga sin adjetivos, que podía poner a sus pies a los dioses de todas las galaxias. Inmutable, sin gestos, sin alardes, sin misericordia alguna.

 

Ella habitaba en el reino de la abundancia, protectora y soberbia, cultivando los dones de su morada, repartiendo equitativamente los frutos que en su jardín maduraban.

 

Era resguardada por dos montañas. Una siempre estaba iluminada, blanca y helada, y aunque bañada por la luz, su hielo no se derretía. Perpetua y fría, pero radiante. La otra era oscura, sombría, pero cálida a la vez. Custodiada por un manto azul que se extendía hasta el fin.

 

Niretsei era una estrella errante, viajado siempre a los sitios más alejados y oscuros del universo. Una estrella con una sola habitante, que jamás estaba sola, porque a ella llegaban multitudes solicitando ayuda. No puedo hablar de una, sin la otra. No puedo nombrar a esa estrella, sin nombrar a su diosa. Ambas eran una. Y ambas eran dos. Una maga en una estrella haciendo de su existencia, un sacerdocio para complacer a su alma.

 

La gran sacerdotisa azul, viajando en una estrella fugaz, sin moverse de su espacio, sin detenerse en el tiempo. Fluyendo en la constante marea de lo que no existe y existe a la vez.

 

Caminante sin sendero, maga eterna, guerrera constante, alma sumisa, viajera errante. Pero tenía tanto de bondad como de oscuridad. Tan dramáticamente profunda como superficial. Tan enigmática, como incierta. Tanta luz y tanta sombra, sin saber ponerle límites a su dualidad.

 

A veces amaba, y a veces odiaba, con tanta fuerza como podía. Era trampa y era salvación. Era alivio y era tortura. Escapar de ella era un acto de magia. Y quien lograba escapar, era incapaz de advertir a los otros, de su dominio incierto. Pues era necesario que para trascender, cada ser debiera tener un encuentro con esa mortal dualidad. Solo una vez debían encontrarla en su camino y convertirse en víctimas de su ego. Solo así es alcanzable la victoria.

 

_Ź⁴

Juan J. Gálvez

Odresa_ perteneciente a la obra El Viaje de un Alma Azul

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La Llave Aurea

He aquí, la llave que abre la conciencia.
Si logras escuchar, tu alma te dará el conocimiento necesario para entender los mensajes del cosmos.
Secretos insondables serán el resultado de tu búsqueda, encontrando la puerta hacia el plano más sutil de tu ser.
He aquí, la llave.
Puedes traspasar con ella tu fase de latencia y emprender el viaje hacia tu descubrimiento supremo.
Fuiste elegido desde el inicio de todo para ser quien queme la ignorancia y otorgue luz a las almas que te rodeen.
Y aquí tienes la llave del receptáculo divino que contiene todos los recuerdos de todas las eras, de todas las existencias y de todas las realidades.
He aquí, la llave áurea.

Clic en la imagen para adquirir el libro La llave Aurea
La Llave Aurea. Intro video. libro del autor Juan J. Galvez

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Como Ama el Alma

AMAR COMO AMA EL ALMA

Se puede amar a un alma y no al ser.

Se puede amar la emoción que es provocada.

Se puede amar la calma que es proyectada.

Se pueda amar el sentir, sin tocar, sin abrazar, sin besar, solo percibiendo lo que la química expresa en sus ecuaciones imperfectas.

Se puede amar la luz, la música, la palabra, el decir, el respirar.

Se puede amar lo que se presiente ante los ojos que solo ven lo físico.

El alma puede amar de otra manera.

El alma ama lo imperecedero, lo que no puede morir porque es eterno.

Se puede amar la esencia, la fragancia del espíritu, el color de la melodía.

Se puede amar la expresión sin palabras, porque el sonido no las necesita para expresar el amor.

Se puede amar una sombra que nunca tendrá forma, porque el alma no sabe de formas y materia.

Se ama en el tiempo y se ama fuera del tiempo.

Se ama a través de la distancia y se ama en la cercanía.

Se puede amar lo que está oculto, se puede amar lo que es luz, se puede amar lo que no es ni será.

El alma ama sin límites, sin nombres, sin formas, sin cuerpo, sin mente.

El alma ama como alma, como espíritu, como fuego, como aire.

El alma ama de maneras indescriptibles, porque no ama algo bello que puedan amar los ojos, ama lo que no puede verse, ama lo que puede ser sentido.

Ama más allá de lo que existe y vive.

Lo

El alma ama como alma y ese amor no puede explicarse con simples palabras.

_Ź⁴ 👁️

Ecuación no Pensada

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El Hablante Silencioso

El Hablante Silencioso (imagen tomada de la web)

El Hablante Silencioso

Aquél que pretenda oír la voz de la nada, el sonido insonoro, y comprenderla, tiene que enterarse de su naturaleza. Porque cuando su propia forma le parezca ilusoria, como al despertar todas las formas que en sueños ve, cuando él haya cesado de oír los muchos ruidos, entonces podrá discernir el UNO -el sonido interno que mata al externo-. Entonces, únicamente y no antes, abandonará la región de lo falso, para entrar en el reino de lo verdadero. 

Antes de que el alma pueda ver, debe haberse alcanzado la armonía interior, y los ojos carnales han de estar cegados de toda ilusión. Antes de que el alma pueda oír, es necesario que la imagen se vuelva tan sorda a los rugidos como a los susurros. Antes de que el alma sea capaz de comprender y recordar, debe estar unida con el hablante silencioso, de igual modo que la forma en la cual se moldea la arcilla lo está al principio en la mente del artista. Porque, entonces, el alma oirá y recordará. Y entonces, al oído interno le hablará la voz del silencio y le dirá: 

“Si tu alma sonríe mientras se baña en la luz del sol de tu vida…

Si canta tu alma, dentro de su crisálida de carne y materia…

Si llora en su castillo de ilusiones…

Si pugna por romper el hilo que la une al maestro…

Debes saber que tu alma es de la tierra.

Cuando tu alma en capullo presta oído al bullicio mundanal…

Cuando responde a la rugiente voz de la gran ilusión…

Cuando temerosa a la vista de las ardientes lágrimas de dolor y ensordecida por los gritos de desolación, se refugia tu alma como una cautelosa tortuga dentro de su caparazón de personalidad…

Debes saber que tu alma es de la tierra.

Cuando ya muy fortalecida tu alma se desliza de su seguro refugio, y arrancándose del tabernáculo protector, extiende su hilo de plata y se lanza…

Cuando al contemplar su imagen en las olas del espacio murmura:

“éste soy yo”

Debes saber que tu alma está presa en las redes de la ilusión.”

Aquello que es increado reside en ti. Si quieres llegar a él y fundir los dos en uno, debes despojarte de las negras vestiduras de la ilusión. 

Acalla la voz de la carne. No consientas que ninguna imagen de los sentidos se interponga entre su luz y la tuya, para que así las dos puedan confundirse en una. 

Contempla las legiones de almas. Mira cómo se ciernen sobre el mar de la vida humana y cómo exhaustas, perdiendo sangre, rotas las alas, caen una tras otras en las encrespadas olas, sacudidas por los huracanes, acosadas por el furioso vendaval, se precipitan y desaparecen, abismadas en el gran vórtice. 

Las puras aguas de vidas eternas, claras y cristalinas, no pueden mezclarse con los cenagosos torrentes del tempestuoso pantano.

La gota de rocío celeste que, acariciada por el primer rayo del sol, brilla en el ceno del loto, una vez caída al suelo, se convierte en barro.

La perla es ahora una partícula de lodo. 

Lucha con tus pensamientos impuros antes que ellos te dominen. Trátalos como pretenden ellos tratarte a ti. Porque si usando la tolerancia con ellos, arraigan y crecen, estos pensamientos te subyugarán y matarán. ¡Cuidado! No permitas que ni aún la sombra de ellos se acerque a ti, porque crecerá, aumentará en magnitud y poder, y entonces esta cosa de tinieblas absorberá tu ser antes de que te hayas dado cuenta de la presencia de ese monstruo negro y abominable.

El YO material y el YO espiritual no pueden estar juntos.

Antes de que la mente de tu alma pueda comprender, el capullo de la personalidad debe ser aplastado.

No puedes recorrer el sendero antes de que tú te hayas convertido en el sendero mismo.

Has que tu alma preste oído a todo grito de dolor, de igual modo que descubre su corazón el loto para absorber los rayos del sol. 

Ayuda a la naturaleza y con ella trabaja. Y la naturaleza te consagrará como uno de sus creadores y te prestará obediencia. Y ante ti abrirá de par en par las puestas de sus recintos secretos y pondrá de manifiesto ante tus ojos, los tesoros ocultos de las profundidades mismas de su seno. No contaminado por la mano de la materia.  Muestra ella sus tesoros solo a los ojos del espíritu, ojo que jamás se cierra y para el cual no hay velo alguno en todos sus reinos. Entonces, te indicará los medios y el camino, y luego te mostrará la meta más allá de la cual hay glorias únicamente visibles para los ojos del alma. 

Aquieta tus pensamientos y fija toda la atención en tu maestro a quien todavía no ves, pero a quien tú sientes.

Funde tus sentidos en un solo sentido. Por medio de este sentido único que está oculto en la concavidad de tu cerebro es como puede mostrarse ante los sojuzgados ojos de tu alma, el escarpado sendero que te conduce a tu maestro.

El Hablante Silencioso pertenece a la obra EL VIAJE DE UN ALMA AZUL

Juan J. Galvez

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Mensajes Estelares

Mensaje de Ra

Mensaje de Ra (imagen tomada de la web)

MENSAJE DE RA

 

Observa que me dirijo a ti como si fuera un amigo, un hermano quizás, para hablarte de un poder interno que transcurre en este tiempo, en el que tú y el planeta están atravesando momentos difíciles. Siempre he estado allí, a tu lado, durante millones de años, ayudando en los asuntos humanos, deseando que esta reunión se produzca al fin. Has madurado, ha pasado ya tu instante de juventud y es momento que seas tu propio mesías.

Me he embarcado en este viaje sin distancias para llegar hasta ti, hasta tus pensamientos en el instante presente. No importa mi apariencia ni la forma en que me conecte a ti. Cualquier imagen o idea que puedas tener de mí, será útil para mantener esta conexión.

Estoy más allá de las formas y las apariencias. Más allá de las jerarquías que puedan perpetuar nuestras antiguas formas de relacionarnos. No es importante que sepas quien soy, tampoco importa quien he sido. Pero he servido como mensajero de los reinos cósmicos y he estado involucrado en la creación de este planeta y, en mis tantas encarnaciones, he representado a numerosas deidades.

Pero hoy estoy aquí, aumentando las vibraciones de amor, de compasión y de sabiduría, para que la trasformación ocurra. He conseguido mi ascensión, pero puedo elegir volver al plano material cuando sea necesario, para seguir participando en la evolución del planeta.

Amo cada partícula de vida, amo cada expresión de sentimientos nobles que cualquier ser pueda mostrar. Y por eso es que estoy aquí, sirviendo como consejero, caminando a la par de los habitantes de la tierra, asistiendo al maestro Joshua en su misión de ayuda terrenal.

Ofrezco mi sabiduría en plena comunión para ayudarte a recordar el camino que se entreteje con los hilos de la luz, formando el impecable tapiz de la vida. Permite que la puerta se abra y disfruta tu viaje de regreso. Soy Ra

Mensaje de Ra, incluido en la obra ECUACIÓN NO PENSADA

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